LPDMS.

Y sentí que las estrellas brillaban más, que mi sonrisa era incontrolable y que mi corazón latía con rapidez.
Y supe que no cambiaría aquel momento por nada del mundo, no cambiaría la hora, ni el frio, ni tampoco aquellos ojos que me miraban fijamente, ni tampoco esas manos que me acariciaban suavemente.
porque con solo estar a su lado  todo es perfecto.