Precioso.

No es mucho tiempo pero si el suficiente para darte cuenta de que es el, para darte cuenta de que te trata como jamás lo había hecho nadie, que darías cualquier cosa por el, que bajo cualquier circunstancia lucharías por el, pero aun así sigues teniendo el mismo escalofrió cuando lo ves como el primer día, sigues sintiendo esas cosquillas en la barriga cada vez que te habla, ese dolor de estomago cuando estas sin el, esos nervios antes de verlo y lo fuerte que te late el corazón cuando estas a su lado.